I Parte
Wolfgang Amadeus Mozart
Le nozze di Figaro K.492, Obertura
Piotr Ilich Tchaikovsky
Concierto para violín en Re Mayor, Op. 35
I.- Allegro Moderato
II.- Canzonetta: Andante
III.- Finale: Allegro vivacissimo
Pausa
II Parte
Ludwig van Beethoven
Sinfonía n.º 7 en La Mayor, Op. 92
I.- Poco sostenuto – Vivace
II.- Allegretto
III.- Presto – Assai meno presto
IV.- Allegro con brio
MOZART, OBERTURA Le nozze di Figaro
Considerada como una de las mejores creaciones de Mozart y una de las óperas más importantes de la historia de la música.
La Obertura de Las bodas de Fígaro (Le nozze di Figaro) es una de las más grandes oberturas de Mozart y también una de las más populares.
La Obertura está escrita en la tonalidad de Re mayor y el tempo es presto.
En ella no se escucha ningún tema de la ópera.
En esta Obertura encontramos tensión, pero también una desbocada alegría. Nuevamente Mozart nos prepara para lo que va a venir: una ópera ágil, ingeniosa y mordaz.
Tchaikovsky Concierto en re Mayor, para Violín y Orquesta, Opus 35
El Concierto para violín en re Mayor, Op. 35, compuesto por Piotr Ilich Chaikovsky en 1878, es una obra de la época romántica y uno de los conciertos para violín más populares. Está considerado uno de los más difíciles para ese instrumento.
Es el único concierto para violín creado por el maestro ruso.
Destaca en él el virtuosismo inherente a su interpretación y la belleza de sus melodías.
La obra tiene tres movimientos: el primero y el último, rápidos; el segundo, lento:
Allegro moderato / Canzonetta: Andante / Allegro vivacissimo
BEETHOVEN, 7ª Sinfonía
La Sinfonía n.º 7 en la mayor, Op. 92 fue compuesta por Ludwig van Beethoven entre 1811 y 1812. Es la séptima de sus nueve sinfonías. La partitura está dedicada al conde Moritz von Fries
La Séptima expresa claramente alegría, felicidad y ganas de vivir.
La composición de esta pieza se desarrolló desde septiembre de 1811 hasta abril de 1812. Beethoven escribió en la partitura autógrafa de esta sinfonía «1812, 13 de agosto», probablemente refiriéndose a su fecha de finalización.
En esta época el compositor, de 41 años, estaba cuidando su salud en un balneario en la ciudad bohemia de Teplice. Allí estaba recibiendo tratamiento para su creciente sordera causada por la otosclerosis.
La sinfonía tiene cuatro movimientos:
- Poco sostenuto
– Vivace, en la mayor - Allegretto, en la menor
- Presto, en fa mayor
- Allegro con brio, en la mayor
Esta pieza, totalmente abstracta y absolutamente sinfónica, supuso su ruptura definitiva con las convenciones estilísticas practicadas por Mozart. Beethoven estiró las reglas armónicas y dio amplitud a formas sinfónicas que Haydn y Mozart anticiparon. Si, en su música orquestal, Beethoven fue el último clasicista austro-alemán, señaló a quienes le siguieron el camino del Romanticismo.
Richard Wagner en 1849 calificó esta sinfonía de «apoteosis de la danza». Pretendía, por supuesto, alabar su espíritu dionisíaco.
La interpretación de esta obra dura aproximadamente 34 minutos.
Rossen Milanov
director
El liderazgo apasionado de la batuta del maestro Rossen Milanov hace vibrar a los auditorios en los que se presenta, permitiéndoles compartir su entusiasmo, conocimientos y amor por la música.
Respetado y admirado por público y músicos del mundo entero, el director búlgaro-norteamericano goza de una considerable presencia internacional en los más prestigiosos escenarios.
Actualmente es el Director Musical de la Orquesta Sinfónica de Columbus (CSO), la Orquesta Sinfónica de Chautauqua, la Orquesta Sinfónica de Princeton y el recién nombrado Director Titular de la Orquesta RTV de Eslovenia en Liubliana.
Recientemente completó un mandato de 7 años como Director Musical de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) en España.
En EEUU ha actuado con las orquesta sinfónicas de Colorado, Detroit, Indianápolis, Milwaukee, Baltimore, Seattle, Fort Worth; destacando asimismo su colaboración con la Orquesta Sinfónica Nacional en el Centro Kennedy, proyectos educativos Link-Up con el Carnegie Hall (con la Orquesta de San Lucas y con la Orquesta Cívica de Chicago).
Fuera de Estados Unidos, ha trabajado con la Orquesta Sinfónica de la BBC, Orchestra de la Suisse Romand, Rotterdam Philharmonic, Aalborg, Latvian y Hungarian National Symphony Orchestras y las orquestas de Toronto, Vancouver, KwaZulu-Natal Philharmonic en Sudáfrica, México, Colombia, Sao Paulo, Belo Horizonte y New Zealand Symphony Orchestra.
En Oriente ha aparecido con NHK, Sapporo, Tokio, Singapur Symphonies, Hyogo Performing Arts Center, Malaysian y Hong Kong Philharmonics.
Milanov ha compartido escenario con algunos de los artistas más destacados del mundo: incluidos Yo-Yo Ma, Itzhak Perlman, Joshua Bell, Midori, Christian Tetzlaff y André Watts.
Durante sus once años con la Orquesta de Filadelfia, Milanov dirigió más de 200 actuaciones. En 2015, completó 15 años como Director Musical de la orquesta de entrenamiento reconocida a nivel nacional Symphony in C en Nueva Jersey, y en 2013 un mandato de 17 años con la Nueva Orquesta Sinfónica en su ciudad natal de Sofía, Bulgaria.
Su pasión por la nueva música ha dado lugar a numerosos estrenos mundiales de obras de compositores como Derek Bermel, Mason Bates, Caroline Shaw, Phillip Glass, Richard Danielpour, Nicolas Maw y Gabriel Prokofiev, entre otros.
Conocido por su versatilidad, Milanov es también una presencia bienvenida en el mundo de la ópera y el ballet.
Ha colaborado musicalmente con Komische Oper Berlin (Lady Macbeth of Mtzensk de Shostakovich); Ópera Oviedo, con el estreno español de Mazzepa de Tchaikovsky y El castillo de Bartok (premiada como mejor producción española en 2015), Opera Columbus (La Traviata de Verdi).
Como experimentado director de ballet, Milanov ha trabajado en el New York City Ballet, además de colaborar con algunos de los coreógrafos más renombrados de nuestro tiempo, como Mats Ek, en la Ópera de Zurich y el Royal Ballet de Estocolmo, Benjamin Millepied y Andonis Foniadakis en la Ópera de Ginebra, Jorma Elo en Filadelfia y, más recientemente, Alexei Ratmansky, en la reposición aclamada por la crítica de El lago de los cisnes en Zurich con Zurich Ballet y en París con La Scala Ballet.
Rossen Milanov nació en Sofía, Bulgaria. Estudió oboe y dirección orquestal en la Academia Nacional de Música de Bulgaria, y obtuvo su maestría en interpretación de oboe en la Universidad de Duquesne. Estudió dirección en The Curtis Institute of Music y The Juilliard School, donde recibió la beca Bruno Walter Memorial.
Premios
En 2005, Milanov fue nombrado Músico del Año de Bulgaria. Ha recibido el Premio del Ministerio Búlgaro por Contribución Extraordinaria a la Cultura Búlgara y el Premio ASCAP 2011 por su programación con la Orquesta Sinfónica de Princeton.
Blake Pouliot
violín
Pouliot toca un violín Guarneri del Gesù de 1729, cedido generosamente por un donante anónimo.
La particularidad de este extraordinario instrumento radica, entre otros motivos, en la dificultad para la ejecución: la fidelidad de sonidos en la ejecución de un Guarneri puede llevar años al violinista.
Es un instrumento muy exigente. Tocar un Guarneri y “obtener tonos” lleva un esfuerzo mucho mayor por parte del intérprete que hacerlo con un Stradivarius. Los Guarnerius son aún más excepcionales que los Stradivarius.
Bartolomeo Giuseppe Guarneri del Gesú (1698 – 1744) está considerado el más grandioso fabricante de violines de todos los tiempos. Sus instrumentos son el resultado de una creación única y propia.
El extraordinario violín que toca Blake Pouliot pertenece a este maestro luthier.
El instrumento favorito del virtuoso violinista Niccolo Paganini era Il Cannone Guarnerius, un violín Guarneri del Gesú de 1743 que se conserva en el Museo de Génova. Otro violín, el Lord Wilton Guarneri del Gesú fabricado en 1742 fue propiedad de Yehudi Menuhin.
Actualmente, están documentados 650 instrumentos Stradivarius, mientras que sólo existen 135 violines y un violoncello Guarneri. Uno de estas 135 joyas musicales sonará este día en el Teatro Monumental, interpretando el concierto para violín de Tchaikovsky.
Descrito como «inmaculado, a la vez refinado y apasionado», el violinista Blake Pouliot se ha instalado en una de las cumbres de los fenómenos clásicos.
Ganador del Gran Premio en el Concurso Manulife de la Orquesta Sinfónica de Montreal 2016, el violinista canadiense es solista residente en la Orquesta Metropolitan.
Desde su debut orquestal a los 11 años, Pouliot ha actuado con las orquestas de Aspen, Atlanta, Detroit, Dallas, Madison, Montreal, Toronto, San Francisco y Seattle, entre muchas. A nivel internacional, ha actuado como solista con la Filarmónica de Sofía en Bulgaria, Orquestas de las Américas en su gira sudamericana, y fue el solista destacado para la primera gira conjunta de la Orquesta Juvenil de la Unión Europea y la Orquesta Nacional Juvenil de Canadá.
Ha colaborado con muchas estrellas musicales, incluidos los directores Sir Neville Marriner, David Afkham, Pablo Heras-Casado, David Danzmayr, JoAnn Falletta, Marcelo Lehninger, Nicholas McGegan, Alexander Prior, Vasily Petrenko y Thomas Søndergård.
Los compromisos de las últimas temporadas incluyen su debut en la Orquesta de Filadelfia y colaboraciones con la Filarmónica de Boise, la Sinfónica de Omaha, la Sinfónica de Plano, la Orquesta de Sarasota y la Sinfónica de Winnipeg.
Como músico de cámara, Pouliot aporta su talento artístico al Koerner Hall de Toronto, así como a otras salas de recitales en Temecula, París y Boston. En este último, su programa presenta el estreno mundial de God of the Gaps de Derrick Skye para violín y electrónica.
El intérprete canadiense lanzó su álbum debut de música francesa del siglo XX en Analekta Records en 2019. Con Tzigane de Ravel, y Sonata para violín en sol, Sonata para violín en sol menor de Debussy y Beau Soir, las grabaciones recibieron elogios de la crítica, incluida una calificación de cinco estrellas de BBC Music Magazine y una nominación al Premio Juno 2019 al Mejor Álbum Clásico.
Brillante y pleno de talento, su interpretación del concierto de Tchaikovsky el próximo 28 de octubre en el Teatro Monumental será, sin duda, recordada con mucha emoción por los asistentes a esta gala.
Blake Pouliot toca sus conciertos con un violín Guarneri del Gesù de 1729, gracias al generoso préstamo de un donante anónimo.
Toronto Stars lo definió como “uno de esos talentos que aparecen una vez en la vida.”